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19.Jul.2022

DISCOVER JAPAN

Viaje de un día por el Monte Mitake en Saitama

Hoy quiero presentarles algunos lugares interesantes en la prefectura de Saitama que visité el verano pasado.
Ultimamente trato de evitar los lugares muy concurridos, visitando en cambio muchos lugares naturales, los cuales abundan en Japón. Ahora que comienza a hacer calor nuevamente, recordé un viaje en particular que hice el verano pasado, al Monte Mitake.

Se puede ir a la estación Honjo desde Shinjuku cambiando de tren una vez, lo cual toma apróximadamente una hora y media. Desde ahí se puede tomar un autobús hasta la parada Shinshuku y desde ahí, caminar 20 minutos.
Sin embargo nosotros fuimos en el día más caluroso del año así que decidimos ir en coche, por un camino muy lindo y cada vez más verde.
Nos detuvimos un momento para un almuerzo temprano en un restaurante de soba en el costado de la ruta para comenzar el viaje saborizando la cultura japonesa antes de continuar el camino.

El Monte Mitake es una colina de unos 343 metros de altura en el lado este del río Kannagawa que marca la frontera entre las prefecturas de Saitama y Gunma.
Lo primero que vimos al llegar, fue la pagoda tahoto del Santuario Kanasana, construída en 1534. Esta pagoda es un importante bien cultural, especialmente valioso porque tiene el nombre del clan y el año de su construcción inscritos en su pilar central.
En la mayoría de los santuarios, hay una sala principal donde se consagra a una deidad, pero este santuario no la tiene, porque su objeto de culto es el propio lugar en el que se encuentra, concretamente el Mimurogatake, uno de los picos del monte Mitake que puede verse desde la sala de culto del santuario.
Solo hay tres santuarios con este estilo de adoración en Japón, y son populares entre las personas que los visitan. Los otros son el Suwa Taisha de la prefectura de Nagano y el santuario de Ōmiwa de la prefectura de Nara. Los santuarios que rinden culto directamente a una montaña, un árbol u otro objeto natural de este tipo conservan una herencia de culto a las montañas que se remonta a tiempos prehistóricos.

En la base del monte, hay un cartel indicando que el camino al monte está a la derecha. La subida es bastante empinada y tuvimos que hacer varias paradas para tomar agua por el calor, pero la escalera en el sendero está bien mantenida.
Luego de subir unos 10 minutos, encontramos Mitake no Kagami Iwa, una piedra inclinada 30 grados, de unos 4 metros de alto y de superficie lisa como un espejo. Lamentablemente no le saqué fotos.
Antes de llegar a la cima, encontramos un camino con muchos budas de piedra que se veían bastante misteriosos entre la naturaleza. Y luego se llega a una base con algunos asientos y pequeños santuarios. Desde ahí, para llegar a la cima hay que escalar un poco, y hay que ser muy cuidadoso porque las rocas pueden ser resbaladizas.
Al llegar a la cima, la vista es tan increíblemente maravillosa que hace que la escalada en el calor valga la pena.

Aquí hay algunas fotos.

En la bajada volvimos por el lado opuesto para ver el resto del parque, pero el sendero estaba más resbaladizo así que hay que tener cuidado.
Debido al calor, no tuvimos la energía para visitar otras atracciones del lugar como el Hoyo de Benkei, pero me gustaría volver en otra ocación y disfrutar del lugar con más tiempo.
Realmente es un lugar que recomiendo visitar.

Muchas gracias por leer. ¡Nos vemos en el próximo blog!

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